El Teyú Cuaré

Peñón del Teyú Cuaré

«…Estos Cerros del Teyucuaré, tronchados a pico sobre el río en enormes cantiles de asperón rosado, por los que se descuelgan las lianas del bosque, entran profundamente en el Paraná formado hacia San Ignacio una honda ensenada, a perfecto resguardo del viento sur. Grandes bloques de piedra desprendidos del acantilado erizan el litoral, contra el cual el Paraná entero tropieza, remolinea y se escapa por fin aguas abajo…” Horacio Quiroga, El Yaciyateré.

A ocho kilómetros de la ciudad de San Ignacio, por ese trazado ondulante se llega al Parque Provincial Peñón del Teyú Cuaré, una reserva natural cuyas 78 hectáreas son diferentes al resto de la provincia, tanto en su origen geológico como en su flora y su fauna.

Se trata de una zona de transición entre selvas mixtas y campos, con especies que migran de un ambiente a otro según la época, entre ellas una gran variedad de saurios, cuya presencia le dio su nombre al parque, ya que Teyú Cuaré, en guaraní significa “cueva del lagarto”.

El camino está bordeado por arbustos de tallos blandos y hojas gigantes, arcos naturales de troncos y ramas a baja altura, hilos de agua rojiza que cruzan la huella y, a la sombra, nubes de tábanos y mosquitos, entre otros insectos.

Las lomas, cada vez más frecuentes y pronunciadas, terminan su descenso hacia el Paraná en un abra verde donde se acaba el techo de ramas y aparece el peñón, tan grande que parece al alcance de la mano desde un centenar de metros, cubierto de vegetación salvo del lado del río.

También podes encontrarte con unas escalinatas de 367 escalones para llegar a uno de sus miradores.

Dentro del parque se pueden hacer avistamientos de aves, y apreciar la flora y fauna nativas, de gran belleza y singularidad dadas las condiciones climaticas subtropicales.

Desde la cima, coronada por una cruz hecha con troncos, se ve la costa de Santa Ana, a unos 20 kilómetros al sur; las praderas de Paraguay y, al pie del crestón, la isla “el barco hundido”, que desde arriba, efectivamente parece una nave escorada. En la cumbre se puede recorrer el “Sendero de la Selva”, de unos 500 metros, bordeado de paredes de vegetación baja y cerrada que en algunos tramos lo asemejan a un laberinto. Se puede iniciar una caminata por la selva de unos 1500 mtrs de longitud aproximadamente, viviendo una hermosa experiencia con la naturaleza, pudiendo acceder se desde alli  a la “Casa de Bormann” (en ruinas ya, vivienda construida en la selva con tecnicas similares a la de las reducciones, en donde supuestamente vivio uno de los generales Nazis escapados de Europa, Martin Bormann).

Este Parque se creó con la finalidad de proteger un interesante afloramiento rocoso de singular valor paisajístico, sus cavernas naturales sirven de refugio a numerosas especies de murciélagos, su flora con especies muy localizadas, es un sitio de valor folklórico-histórico-cultural que ha servido de inspiración al escritor Horacio Quiroga; que se suma a las ruinas jesuíticas en sus cercanías. Es una estribación de la región premontañosa en la planicie ondulada cuyas geoformas son el producto del modelado fluvial, pertenece a la franja costera del río Paranáy se extiende desde el arroyo Yabebiry hacia el Norte y desde el Paraná hasta unos 20 Km, hacia el interior siguiendo una franja más o menos uniforme hacia el Norte. El origen geológico es diferente al resto del suelo de Misiones. En cuanto a la vegetación, ésta es una zona de transición entre las selvas mixtas y el distrito de los campos, abarca también una pequeña porción del ambiente de las selvas marginales del Río Paraná.

Recientemente En un trabajo sin precedentes, Ecología y la fundación Temaikén rescataron y reimplantaron ejemplares de 75 especies vegetales dentro de las áreas protegidas Teyú Cuaré y Osununú.

Fuente: Visitemos Misiones www.visitemosmisiones.com

Peñón del Teyú Cuaré
Teyú Cuaré